¿Es segura la quiropráctica? Descubre información sobre la profesión, la formación de los quiroprácticos y los mitos comunes en nuestro artículo.
¿Qué es la quiropráctica?
Mi profesión se centra en el diagnóstico, tratamiento y prevención de trastornos del sistema músculo-esquelético. Con un enfoque especial en la columna vertebral.
La quiropráctica está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se basa en la premisa de que una columna vertebral bien alineada y un sistema nervioso en óptimas condiciones son esenciales para la salud y el bienestar general.
En España aún no está regulada como una profesión sanitaria. Pero muchos países como el Reino Unido, Francia y Suiza, la quiropráctica se considera una profesión sanitaria fundamental.
En Estados Unidos, el 15% de los adultos acuden a un quiropráctico, lo que subraya la confianza en esta disciplina.
Profesionalización y formación
Para graduarme de quiropráctica, tuve que completar una formación exhaustiva. Estudié durante cinco años para obtener mi título en el Barcelona College of Chiropractic.
Durante mis estudios, también me formé en técnicas específicas y completé más de 1000 horas de práctica clínica supervisada. Esta formación es esencial para asegurar que pueda tratar a los pacientes de manera segura y efectiva. En eso, la formación asegura que la quiropráctica sea segura.
Descubrí mi pasión en la pediatría y el cuidado de mujeres embarazadas, áreas en las que me especializo para ofrecer un trato adaptado a las necesidades particulares de cada paciente.
En España, solo hay dos escuelas acreditadas y aproximadamente 600 quiroprácticos licenciados ejerciendo en todo el país.
Aquí tienes una web segura donde están registrados todos los quiroprácticos en España: Buscador de quiroprácticos en España.
Seguridad de la quiropráctica y señales de alerta
Un ajuste quiropráctico es un movimiento específico, rápido, indoloro y preciso en aquella vértebra que ha perdido su alineación ideal y que impide que el sistema nervioso trabaje correctamente.
Es crucial entender que no se trata de mover cualquier vértebra, sino de ajustar específicamente aquella que está afectando directa o indirectamente al sistema nervioso.
Durante mi formación, aprendí a identificar las «banderas rojas» o señales de alerta que indican cuándo no es apropiado realizar un ajuste quiropráctico.
Estas señales pueden incluir infecciones, fracturas, tumores u otros problemas neurológicos graves que requieren atención médica especializada.
Segura y quiropráctica: se culpa injustamente a los quiroprácticos
Es bien sabido que los medios de comunicación tienden a crear titulares llamativos para vender más periódicos o conseguir más likes en línea.
Muchas personas, incluyendo algunos supuestos expertos en la columna vertebral, afirman que los ajustes quiroprácticos en el cuello son peligrosos.
Se solicita que se discutan los estudios que no han encontrado una relación entre la manipulación del cuello y los desgarros arteriales. Así como las investigaciones que muestran que los pacientes que consultaron a un médico de atención primaria tenían las mismas probabilidades de sufrir una embolia en las semanas posteriores a su consulta que aquellos que acudieron a un quiropráctico.
Uno de los cálculos afirma que ocurre una complicación en 5,8 millones después de una manipulación quiropráctica.
En comparación con la medicina tradicional, este estudio, que revisó a 79,471 pacientes, halló complicaciones quirúrgicas en el 16.4% de los casos. Siendo más frecuentes en procedimientos toracolumbares (17.8%) que en cervicales (8.9%).
Además, si se investigan los casos en los que quiroprácticos han sido llevados a juicio por accidentes cerebrovasculares. Todos han sido encontrados no culpables. Porque es posible que la persona haya sufrido un accidente cerebrovascular antes de acudir al quiropráctico.
Diferentes técnicas quiroprácticas
En la quiropráctica, existen más de 100 técnicas diferentes para ajustar la columna vertebral y otras articulaciones.
No todos los quiroprácticos utilizan las mismas técnicas;
cada uno se especializa en aquellas que considera más efectivas y seguras para sus pacientes.
Las técnicas que empleo son diferentes para bebés, mujeres embarazadas, adultos y personas mayores.
Por ejemplo, la fuerza que aplico para ajustar a un bebé es extremadamente suave. Casi como si estuviera comprobando si un aguacate está maduro para comer.
Esta personalización asegura la seguridad de la quiropráctica y asegura que cada ajuste sea adecuado y seguro para el paciente.
Los quiroprácticos están capacitados para ajustar su enfoque según la edad, la condición física y los problemas de salud particulares de cada individuo.
Conclusión
La quiropráctica es una profesión segura cuando es practicada por profesionales capacitados y bien formados.
Con un enfoque en la precisión y la seguridad, los quiroprácticos utilizan técnicas específicas para ayudar a mejorar la función del sistema nervioso y, en consecuencia, la salud general de sus pacientes.
Si estás considerando la quiropráctica como opción de tratamiento, asegúrate de buscar un profesional registrado y cualificado para garantizar la mejor atención posible.
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